Un estudio pionero de la UEMC demuestra los beneficios de la bicicleta adaptada en la salud de niños y jóvenes con grandes discapacidades
Las personas con grandes discapacidades se enfrentan habitualmente con barreras significativas para participar en actividades físicas de ocio, desde la limitada oferta de opciones accesibles hasta la falta de material adaptado. Además, persisten prejuicios sobre los beneficios de las bicicletas adaptadas, como la errónea creencia de que quienes las usan no realizan esfuerzo físico ni obtienen mejoras en su salud. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid está cambiando esta perspectiva, demostrando el impacto positivo de la bicicleta adaptada en niños, adolescentes y jóvenes con grandes discapacidades.
Se trata de la investigación ‘Efectos agudos de la actividad de bicicleta adaptada en niños, adolescentes y jóvenes con gran discapacidad’, realizada por el grupo de investigación i+HeALTH, que se llevó a cabo entre marzo y abril de 2024. Su objetivo fue evaluar los beneficios de la bicicleta adaptada en la salud y el bienestar de los participantes, analizando variables fisiológicas como la actividad muscular, cardiovascular y respiratoria.
Metodología y conclusiones
En esta investigación participaron 24 alumnos del Centro de Educación Especial El Pino de Obregón, un centro educativo que se dedica a la atención de personas con grandes discapacidades. Durante el estudio se emplearon bicicletas adaptadas, tanto modelos diseñados para personas en sillas de ruedas como tándems co-pilot, cedidas por la asociación Indisvall, colaboradora habitual del centro. Los fisioterapeutas escolares, integrantes del equipo investigador, se encargaron de seleccionar y ajustar las bicicletas para garantizar la comodidad y seguridad de los participantes. A lo largo de las sesiones, se midieron diversas variables fisiológicas antes, durante y después de la actividad, con el fin de analizar las respuestas musculares, cardiovasculares y respiratorias de los participantes a la actividad física realizada con bicicletas adaptadas.
Los resultados preliminares mostraron un aumento significativo en la actividad de los músculos posturales, especialmente en los trapecios, lo que podría mejorar las funciones motoras y la realización de actividades diarias. Además, el uso del tándem co-pilot no solo generó un incremento en la actividad muscular, sino que también provocó una mayor respuesta cardiovascular, lo que sugiere un esfuerzo físico más intenso y potenciales beneficios adicionales para los participantes.
Próximos proyectos
Los hallazgos del estudio inicial han llevado al grupo i+HeALTH a desarrollar dos nuevos proyectos denominados “BIKID” y “Ruralbike”, este último cofinanciado por la Universidad Europea Miguel de Cervantes y la Diputación de Valladolid, que se llevarán a cabo durante el curso escolar 24-25. Los estudios evaluarán los efectos de la bicicleta adaptada a medio plazo, investigando las adaptaciones musculares, cardiovasculares y respiratorias, así como su impacto en la salud física, la funcionalidad y la participación social de los usuarios, con el objetivo de consolidar su influencia positiva en la calidad de vida de las personas con discapacidad.
Este avance en la investigación subraya la importancia de eliminar barreras y prejuicios sobre la actividad física adaptada, promoviendo un futuro en el que las personas con grandes discapacidades puedan disfrutar de los beneficios de una vida activa y participativa.
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