La tercera etapa estaba apuntada en todas las previas como la más bella de todas las que componen el recorrido de la NEOM Titan Desert Saudi Arabia. Un trazado que discurría entre cañones milenarios y por dunas que parecen sacadas de película. Ha sido, además, una de las más divertidas y exigentes de la historia de la prueba. La primera mitad del recorrido se movía por sectores que ya se han visto en etapas anteriores: zonas pedregosas y de gravilla que podía obligar a algunos Titanes a echar pie a tierra. Hasta ese ecuador, 11 corredores abrían el paso al resto del pelotón. Entre ellos estaban los dos líderes, Luis León Sánchez y Tessa Kortekaas; el resto de favoritos a la general masculina y un Peter Sagan que disfrutaba como un niño. En el ecuador comenzó el caos. La carrera se convirtió en un sálvese quien pueda, como han ido certificando los favoritos a su llegada a meta. Tramos de cañones amplísimos con infinidad de pistas, secciones de arena que cada uno abordaba como mejor podía y muchas alternativas en el liderato. De allí emergieron dos corredores en cabeza: Jorge Lamiel y Álvaro Galindo. Lamiel fue el que a la postre se hizo con la victoria. El turolense es ya un conocido en Titan World Series. Este año, en Marruecos, logró su primer triunfo de etapa en estas carreras. Tras Lamiel y Galindo, los corredores siguieron llegando a meta en un goteo casi de unidades. El quinto en hacerlo fue Luis León Sánchez que sobrevivió a sus temidas dunas y retiene el maillot rojo de líder con un amplio margen sobre sus rivales. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario