Talleres de reparación de bicicletas, un servicio esencial
En estos momentos de crisis sanitaria mundial, derivados de la pandemia de la Covid19, muchos usos y costumbres se están viendo completamente trastocados, también
en lo que se refiere a los modos que utilizamos para los desplazamientos diarios
obligados.
En algunos casos, algunas tendencias se están acentuando o acelerando,
mientras que otras están cambiando radicalmente.
En cuanto al uso de la bicicleta como medio de transporte en nuestro país, el último
Barómetro de la Bicicleta en España 2019 hecho público en diciembre del pasado año,
ya arrojaba datos que revelaban un constante crecimiento, anterior a la crisis sanitaria,
de la bicicleta para ir al centro de estudios (8,6% de incremento) o ir al trabajo (2,2%
de incremento) pasando del 23,7% de 2017 al 25,9% en 2019.
Con la pandemia, los confinamientos generalizados en todos los países de nuestro
entorno y las posteriores fases de desescalada de estas medidas contra los contagios,
se ha observado una explosión de la demanda de bicicletas a nivel mundial. Una
explosión, no sólo propiciada por la necesidad de disfrutar de actividades recreativas o
deportivas al aire libre, sino también, como respuesta a la necesidad de
mantenimiento de la distancia física para evitar contagios, en los desplazamientos
cotidianos.
De este modo, el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, en rueda de prensa posterior al
Consejo de Ministros extraordinario celebrado el 10 de abril, enumeró una serie de
consejos de cara a la reanudación de algunas actividades tras el más duro
confinamiento. En línea con lo que se había recomendado en otros países con mayor
tradición en ciclismo urbano, el ministro subrayó que es importante mantener la
distancia interpersonal tanto en el trabajo como en el transporte. Por ello, resaltó que
es recomendable ir andando o en bicicleta al trabajo.
Desde entonces, han sido cientos de miles de personas en España las que comenzaron
a cambiar sus hábitos de desplazamiento en favor de la bicicleta, ya sea utilizando
servicios de bicicleta pública, servicios de bike sharing o su propia bicicleta recién
adquirida o recuperada del trastero.
Hasta tal punto que, se experimentaron
crecimientos de la demanda de nuevas bicicletas de hasta un 400% llegando a agotar
las existencias de bicicletas en todo el país, así como en toda Europa y el resto del
mundo.
Así, podemos estimar que, si ya en 2019 el Barómetro de la Bicicleta en España
revelaba que 1,5 Millones de Españoles entre 12 y 79 utilizaba la bicicleta diariamente
para ir a trabajar o estudiar, a día de hoy es fácil que esa cifra ronde ya los 2 Millones
de personas.
Dos millones de personas que, en esta segunda ola de la pandemia, tienen que seguir
desplazándose a su lugar de estudio o trabajo y que, como es lógico, en algún
momento pueden necesitar los servicios de un taller de reparación de bicicletas para
poder seguir usándola a diario.
Una segunda ola de la pandemia que no está afectando por igual a todas la
Comunidades Autónomas y Ciudades y que está derivando en diferentes medidas de
restricción de los movimientos y actividades económicas.
De este modo, se observa cómo algunas CCAA están optando por el cierre total de la
hostelería, mientras otras comienzan a hablar de confinamiento domiciliario salvo
causa justificada, cierre de todo tipo de locales en algunas ciudades, salvo los
declarados como esenciales, o toques de queda nocturnos, así como confinamientos
perimetrales tanto de municipios como de Comunidades Autónomas.
Ante esta situación, la Asociaciones y Entidades abajo firmantes, queremos llamar la
atención de las Autoridades y Administraciones Públicas, sobre el sinsentido que
supondría que, por un lado, la autoridades sanitarias recomendaran el uso de la
bicicleta como mejor modo de desplazamiento, junto al caminar, para evitar
aglomeraciones y contagios, a la vez que uno se desplaza de forma activa, potenciando
su sistema inmune, mientras que por otro lado, los talleres de reparación de bicicletas
no sean considerados, el caso más extremo de cierre de todo tipo de comercios y
confinamiento de la población, como un servicio esencial.
Puesto que, de no considerar a los talleres de reparación de bicicletas como servicio
esencial, mientras que se permita acudir al centro de estudios o al puesto de trabajo,
se estará abocando a casi 2 millones de personas que utilizan la bicicleta para sus
desplazamientos diarios, a dejar de utilizarla ante una eventual avería, teniendo que
decantarse por modos de transporte como el transporte público o el vehículo privado
a motor, con todo lo que conlleva.
Por todos estos motivos, desde las Asociaciones y Entidades que firmamos este
escrito, solicitamos a los Ministerios de Transporte y Sanidad, así como a la
Consejerías de Transporte y Sanidad de las Comunidades Autónomas, que ante la
difícil decisión de tener que decretar cierres del comercio, tengan en cuenta que los
talleres de reparación de bicicletas prestan un servicio esencial, precisamente en uno
de los ámbitos más delicados de esta situación, la movilidad de las personas, como por
otro lado, ya hicieron y están haciendo el resto de países de nuestro entorno europeo
tanto en los confinamientos de primavera como en los que se están produciendo en
esta segunda ola.
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