Encuesta a los alojamientos del Camino del Cid: entre la incertidumbre y la necesidad de reinventarse
El Consorcio Camino del Cid ha realizado una encuesta de carácter anónimo a 154 alojamientos del Camino del Cid, al objeto de obtener una muestra representativa del sentir de los profesionales del sector ante la situación generada por el Covid-19.
En la encuesta - realizada entre los días 20 y 26 de mayo - han participado establecimientos de las ocho provincias que integran este itinerario: Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante. La muestra incluye casas rurales (45,7%), hoteles (24,1%), albergues (8,5%), hostales (6,6 %), campings (2%), y otros alojamientos como pensiones, apartamentos y viviendas de uso turístico. (13,1 %).
De la importancia del sector da cuenta el hecho de que para el 65,6% de los encuestados su alojamiento es su principal actividad económica. El 36,1% lo gestiona directamente sin necesidad de contratar personal; el 46,5% da trabajo directo a entre una y cuatro personas al menos durante 6 meses al año; el 7,1% requiere la contratación de entre cinco y diez personas, y el 10,3% contrata anualmente a más de 10 personas.
Respecto de las expectativas de ocupación hotelera, y a pesar de las previsiones de incremento de turismo de interior, el 81,4% cree que la ocupación durante la temporada de verano será menor que en 2019. Para la temporada de otoño, las perspectivas negativas se atenúan: un 69 % considera que la ocupación será menor que en 2019.
En este sentido, el 96,1% considera que el Camino del Cid es una herramienta válida para atraer turismo de otras provincias. El 85,7% valora positivamente el Camino del Cid como producto turístico, frente a un 3,2% que tiene una visión negativa y un 11,1% que no sabe o no contesta.
Actualmente, el perfil de cliente que acude a estos establecimientos está mayoritariamente orientado, en un 79%, al turismo rural (cultural, de naturaleza y gastronómico). Dentro de este amplio abanico, se observa el crecimiento del turismo de bicicleta y del turismo gastronómico y enoturista, que los encuestados señalan como interesantes vías de negocio.
En el caso del cicloturismo, un 5,1% afirma estar ya especializado en esta modalidad; un 30,4% recibe clientes cicloturistas y está trabajando en mejorar su oferta; un 34,2% reconoce que le gustaría atraer a clientes de este tipo, pero no sabe cómo hacerlo y si necesitaría una fuerte inversión en su establecimiento. Un 14,6% cree que su establecimiento carece de las infraestructuras necesarias; un 4,4% no está interesado en esta modalidad, y un 11,4% no sabe o no contesta.
Para captar nuevos clientes, el 38,4% destina su mayor inversión económica a las plataformas digitales de comercialización; un 26,4% deposita su confianza en su página web; el 19,4% optan por las redes sociales; un 4,6% apuestan por los anuncios en medios de comunicación convencionales o digitales; un 5,7% elige otras modalidades, y un 5,4% no realiza ningún gasto en la promoción de su alojamiento. El 83,8% dispone de página web aunque sólo un 48% la actualiza al menos dos veces al año.
Tras el análisis de los resultados de la encuesta y de las observaciones que han trasladado los alojamientos, el Consorcio Camino del Cid estima que es necesaria una adaptación del sector a los nuevos perfiles de visitante, más comprometido y sensibilizado con el medio natural. En este sentido, los territorios que atraviesa este itinerario, alejados de la masificación y caracterizados por su riqueza y diversidad natural, aportan un gran valor añadido a la oferta y constituyen una imagen de marca muy positiva que es necesario visibilizar, para lo cual será determinante el apoyo comprometido de las instituciones. La especialización por modalidades, como es el caso del cicloturismo, es otra de las claves, así como el desarrollo de herramientas tecnológicas más eficaces, fundamentales para llegar al cliente final, conocer sus necesidades y fidelizarlo.
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