XIV Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo
Este fin de semana ha tenido lugar la XIV edición de la Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo. El tiempo ha jugado un papel determinante en cada una de las jornadas: el sábado fue un día marcado por el buen ambiente y las altas temperaturas; mientras que el domingo, iniciada la segunda etapa, y a causa de un fuerte temporal de lluvia, la organización suspendió la prueba para velar por la seguridad de los participantes.
Más de mil metros de desnivel positivo y casi cien kilómetros por delante. La primera etapa de la XIV Vuelta a Ibiza Campagnolo había reservado para los 330 inscritos toda la dureza del norte de la isla. El pelotón caminó tranquilo desde Sant Antoni hasta la ciudad de Ibiza. Allí, tras tomar el cruce a Jesús, la serpiente multicolor se desgajó durante la subida que culmina junto a Cala Llonga. Ese estrechamiento fue el lugar escogido para situar el primero de los dos tramos cronometrados del día. El mallorquín Miquel Carrió, del Control Pack, fue el más rápido.
Una hora después, justo antes del merecido avituallamiento en Sant Joan, Carrió también se impuso en la subida a sa Cala, la mayor dificultad de la jornada. Sus dotes de escalador le sitúan de esta forma en primera plaza, exactamente igual que en la primera etapa de la Vuelta a Ibiza del año pasado. Las diferencias del mallorquín, sin embargo, se pondrán en juego en la clásica que se disputará mañana entre Sant Rafel y la zona de Corona y Aubarca. En total, Carrió invirtió 12 minutos y 37 segundos en superar las dos zonas cronometradas. El sanantoniense José Márquez (GM Europa Ovini) marcha a 19 segundos y estará, sin duda, entre los favoritos a la victoria final. David López se está tomando como un divertimento una ronda que conoce al dedillo. Es la cuarta vez que el vizcaíno la corre y, además de ser uno de los animadores del pelotón, no desaprovecha la ocasión para picarse con los mejores en los tramos cronometrados. Tercero en la primera etapa, veremos si mañana el coequipier del Sky se mete en la lucha por el maillot amarillo.
Solo dos segundas separan de momento a López de la segunda posición de Márquez. Algo más alejados, los ibicencos David Checa (El Valle) y David Ramón (CC Sant Antoni), junto a otro veterano como el medallista olímpico Toni Tauler, optan al triunfo global en el decisivo segundo día de Vuelta a Ibiza: 64 kilómetros que se correrán como si de una etapa en línea se tratara.
Por su parte, entre las féminas, Mayalen Noriega, ex nadadora y triatleta, actualmente, una de las mejores ciclistas españolas en BTT y carretera, no tuvo rival y todo apunta a que repetirá su triunfo absoluto de 2015.
Pero no todos es competición en la Vuelta a Ibiza Campagnolo aunque el tablón donde se cuelgan los resultados de la jornada se llene de ojos curiosos en cuanto los ciclistas empiezan a cruzar la pancarta que indica la meta en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni. Decenas de cicloturistas se toman con mucha más calma un recorrido en el que hay oportunidad para grabar vídeos con el móvil, hacerse fotos en las curvas con mejores vistas de la carretera que desciende a Benirràs o reencontrarse con viejos compañeros de bicicleta en la zona de avituallamiento. Incluso los hay que, fruto de los calambres, el cansancio o las duras rampas que toca ascender, deciden poner a tierra y avanzar unos kilómetros con la furgoneta de la organización. En el cicloturismo, lo importante es participar y disfrutar de un octubre ibicenco con temperaturas veraniegas, perfecto para combinar deporte y vacaciones en la tranquilidad ibicenca del otoño.
La organización de la Vuelta a Ibiza Campagnolo derrota a la lluvia
Hay días que al ciclismo no le queda más remedio que seguir las leyes que dicta la climatología. Vuelta, Giro y Tour han dejado a aficionados (y escaladores) sin grandes etapas por culpa de la nieve, el viento o la lluvia. En la segunda etapa de la Vuelta a Ibiza Campagnolo no ha habido más remedio que conducir antes de tiempo a los corredores de vuelta a la meta de Sant Rafel. La culpa la tuvieron las tormentas que hacían tronar el cielo de la isla según avanzaba la mañana del domingo.
Hubo espectáculo, pero no se pudo culminar. Los corredores debieron pensar que al mal tiempo, buen ciclismo. La salida se tomó bajo nubarrones que no se decidían a descargar y en Buscastell hubo un apretado mano a mano entre Vidal Celis (MMR) y David López (Sky) por la meta volante. El gregario de Froome pareció levantar el pie en el último momento y fue el cántabro quien se llevó el sprint intermedio. El recorrido, una dura clásica de 64 kilómetros que debía coronar a los ganadores de la Vuelta a Ibiza, daba pie a los ataques. Los hubo, como se esperaba, en la subida a ses Marrades.
En el alto de tercera categoría, David López y Boris Crehueras pusieron ritmo y enfilaron un pelotón que se fue desgajando en varios grupos de no más de diez unidades. Aunque hubo reagrupamiento en el Pla de Corona, el joven Vicent Roig quiso ser protagonista y probó fortuna en los siguientes repechos. Le absorbieron, pero las hostilidades ya estaban desatadas sin remedio. Se preveía lucha sin cuartel en las tres vueltas al circuito, fugas constantes y un descenso de vértigo por la cara sur de ses Marrades, la más dura, de regreso a Sant Rafel.
A la hora de carrera, el cielo empezó a descargar sin remedio. Las gotas de lluvia amenazaban con convertirse en granizo cuando los primeros corredores se acercaban a Sant Mateu y la visibilidad era cada vez más reducida. Fue entonces cuando comenzó otra carrera bien distinta, la que lleva a una organización a suspender una prueba ciclista y a velar por la seguridad de todos los participantes que rodaban por la carretera, sin olvidarse de los voluntarios que habían resistido el chaparrón apostados en los cruces.
La radio echó humo en la veintena de coches y motos desplegados por el recorrido. Xicu Serrano, el director de carrera, distribuyó a todos los efectivos para que escoltaran a los ciclistas a meta. Varias furgonetas recogieron a los ciclistas que peor habían soportado la lluvia y pusieron a cubierto a los voluntarios. Los viajes entre Sant Rafel y Sant Mateu, donde varios participantes se habían protegido del agua en el porche de la iglesia, fueron constantes. En apenas tres cuartos de hora se habían evitado riesgos innecesarios.
Esa prevención fue la mejor victoria del día, la que se celebró horas después en la barbacoa con la que finalizó un año más la Vuelta a Ibiza Campagnolo.
Cronica: Pablo Sierra
Fotos: JON IZETA