El norte de Ibiza deja la Vuelta en manos del MMR de Rodríguez y Valero
Cuando Pablo Rodríguez y David Valero se suben al podio van impolutos. Se han secado el sudor junto a la pancarta de llegada, se han cambiado de ropa y les espera el amarillo del liderato en forma de maillot, brillante e inmaculado. Pueden incluso sonreír, diciendo que se han quedado impactados por la belleza de los acantilados y las calas del norte de Ibiza, donde aseguran que volverán de vacaciones cuando la temporada de mountain bike haya terminado.
Media hora antes de esa escena, cuando Pablo Rodríguez y David Valero entraron en meta lo hicieron, en cambio, llenos de barro y agotados por el esfuerzo físico de la segunda etapa de la Vuelta a Ibiza MMR, la que recorre el norte de la isla, la que rompe piernas en sus casi 3.000 metros de desnivel, la que hizo a más de un centenar de corredores retirarse o no pasar el corte de la organización. La etapa reina de una ronda que está sorprendiendo a los debutantes por su dureza y que comandan con mano de hierro los españoles del equipo MMR.
Salvo esas sorpresas que solo puede fabricar el ciclismo (especialmente el de montaña), Rodríguez y Valero podrán sumar mañana a su palmarés (donde figura un Campeonato de España de XCO y un campeonato de Europa sub-23, respectivamente) la Vuelta a Ibiza en BTT. De momento, ya acumulan dos victorias parciales y 2 minutos y 59 segundos de ventaja respecto a Johnny Cattaneo y Tony Longo (Willier Force Squadra Corse). Los italianos plantaron cara a los líderes de la carrera, pero durante la mayor parte del recorrido dieron la sensación de no poder desenganchar a sus antecesores en la general. Quizás les pesó el esfuerzo de ayer, cuando tuvieron que reponerse a un pinchazo en los primeros compases de la etapa inicial para remontar hasta la segunda posición. El gran pedaleo de la sociedad Rodríguez-Valero llevó a los italianos con el látigo durante cuatro horas de esfuerzo. Tras salir de Sant Antoni y negociar las subidas y bajadas de sa Punta de sa Galera, Cala Salada, es Camí Vell, ses Fontanellas, Corona y Sant Mateu (una sucesión de cimas, repechos, descensos y falsos llanos que iban haciendo mella en el caminar de los ciclistas), los españoles llevaban a Cattaneo a su rueda poco antes de cruzar el pueblo de Sant Miquel, dirección al puerto miqueler y a Benirràs. A Longo lo encontrábamos medio minuto por detrás, haciendo la goma y anticipando a un grupo de corredores entre los que se encontraban Pedro Romero y José Luis Carrasco, los ciclistas del Extremadura. Morcillo y Ferrer, los ibicencos del Scott, habían salido dosificando fuerzas y se colaban en el top ten gracias a un ritmo creciente que les llevaría hasta la sexta plaza en línea de meta, donde se congregó una gran cantidad de público.
Pero aún quedaban un par de horas para la llegada de los ibicencos. Por delante, las dos grandes parejas de esta vuelta no dejaban de vigilarse en el cruce de Cala Xarraca. Quedaba lo más duro. Morna, esa sierra a la que corta en dos la carretera de sa Cala, una de las más reviradas y ciclistas de la isla. Tras esa nueva intersección de asfalto, los maillots de MMR y Extremadura comenzaron la ascensión, pero ya iban ligeramente separados. Rodríguez y Valero se aprovecharon de su habilidad para hacer daño en los tramos de enlace, cuando se puede alejar a los rivales sin necesidad de duros porcentajes o técnicas bajadas, para ganar unos metros de distancia. Esa pequeña brecha se fue ampliando tras una solvente subida y una rápida bajada para levantar los brazos en Santa Eulària y dejar a Cattaneo y Longo (segundos nuevamente en el día) en la general.
Por su parte, en féminas volvió a calcarse el guión de la jornada inicial. Santanyes-Noriega vuelan camino a su segunda corona consecutiva en la Vuelta a Ibiza, vislumbrándose así un doblete del MMR, el nuevo equipo del mejor dúo femenino de la competición. Sandra y Mayalen defendieron a la perfección su amarillo y mañana recorrerán las calas de Sant Josep. Deberán vigilar las andanzas de Susana Alonso-Lucía Vázquez (Extremadura-GR100 MTB1) y Muriel Bouhet e Ivonne Kraft (TBellès-Cannondale).
La tercera etapa parte y termina en Sant Antoni para visitar las playas del municipio meridional de la isla, siendo la más corta de la Vuelta (56 kilómetros), por lo que se avecina un recorrido rápido y abierto a las sorpresas. Será el broche para los más de mil corredores que están participando en la mejor edición de la Vuelta a Ibiza, que continúa de esta forma la senda que abrió el desaparecido Bartolo Planells, creador de este formato a principios de la pasada década.
texto Pablo sierra
Fotos Jon Izeta
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