CRONICA DEL CAMINO DE SANTIAGO por JJ

















Salimos de Roncesvalles mi primo el Máquina (anda como un bestia, de ahi que me haya machacado) y yo el sabado dia 2 a las 11 de la mañana. LLegamos a santiago el sábado dia 9 a las 11 de la mañana. Han sido los 7 dias mas intensos que haya podido imaginar.
Han sido 8 etapas con momentos de euforia y otros en los que llegué a pensar que nunca llegaría a Santiago.


Etapa 1: Roncesvalles - Puente la Reina, 83Km

Salimos de Roncesvalles y a los 30 Metros ya nos habíamos confundido de camino... No vimos la señal que indicaba una pista a la izquierda de la carretera y empezamos a bajar por esta, pero unos metros mas adelante vimos peregrinos que iban por esta senda por lo que tomamos el camino correcto. El camino, fantástico. Una pista estrecha en medio del bosque, en la que ya ensayamos por primera vez nuestro grito avisa-peregrinos (en las zonas de alta densidad de peregrinos a pie y en las que el camino es estrecho, hay que estar continuamente voceando para poder adelantarles con seguridad y sin tener que medio pararse)

Sequimos por la senda y al cabo de media hora ya nos habíamos caido dos veces cada uno (yo una de ellas no montado en la bici, sino andando, pisé unas zarzas y debajo estaba el vacio. Solo asomaba la cabeza, e imaginaros como se me quedaron piernas y brazos con las zarzas. A partir de aqui, decidimos subir y bajar el alto de Erro por carretera, para no hostiarnos mas de lo necesario. Durante la bajada vimos que el camino atravesaba la carretera y que no tenia muy mala pinta, por lo que lo retomamos. Algo mas adelante, nos subimos un puertecillo "extra", hasta que la posición del sol nos mosqueó, preguntamos, y nos confirmaros que habiamos hecho 6Km de mas. Menos mal que el error se solucionaba bajando.

Llegamos a Pamplona tras un pinchazo, nos comimos una pizza rapida y seguimos adelante. En Cizur se abandona la carretera y se retoma el camino. El calor aprieta, son las tres o cuatro de la tarde, y comienza la subida al alto del perdón. Se debe llamar d
así porque el que lo puso ahi sigue pidiendo perdon por semejante tortura. Creo que me bebí 2 litros de agua en la subida, a veces montado y a veces pie a tierra. Cuando llegamos al alto (donde los muñecos), un lugareño nos dijo que no se nos ocurriera hacer la bajada por el camino, que con las alforjas seguro que nos la pegabamos. Como no teniamos ganas de mas sufrimiento, le hicimos caso y bajamos al siguiente pueblo (Uterga) por la carretera local. Ojo con el sol. La pierna izquierda y el brazo izquierdo los teniamos ya medio carbonizados cuando nos dimos cuenta de que habia que echarse cremita.

Desde ahí hasta Puente la Reina, cómodo descenso por carreteras locales. El primer alberque está lleno. Nos dicen que hay otro cruzando el rio y subiendo una cuesta "mu mala". pensamos que no será para tanto, que son un poquito exagerados, pero realmente, la cuestecita se las trae, cuando ya estamos al limite y deseando llegar. El albergue está bastante mejor del concepto de albergue que yo tenia. Y será uno de los mejores que nos encontraremos en el camino. Son las 6:30 de la tarde. El hospitalero nos ofrece un vaso de agua. Nos lo bebemos y le añadimos unas cervecitas con limon. Ducha, cerveza con limon, cena y al catre.

Hay que acostumbrarse al horario de los albergues: a las 10 en la cama y a dormir. a las 5 o 5:30, a levantarse. A las 6:30, en marcha (en algunos albergues dan desayuno; en otros te tienes que buscar la vida). Este, afortunadamente ofrecia una buena barra de pan con mantequilla y mermelada, zumo y café.


















Etapa 2: Puente la reina - Santo domingo de la Calzada, 125Km

Salimos al amanecer. El camino parece suave, aunque nuestra guia dice que hay fuertes rampas y muchas piedras y recomienda ir por carretera, poco transitada, hasta Viana. No nos fiamos mucho de ella. Poco mas adelante nos damos cuenta de que la guia nose equivoca. Tras un par de rampas no ciclables y oteando el horizonte en el que vemos peregrinos a pie subiendo unas cuestas del copón, nos salimos a la carretera y la seguimos hasta viana. El camino seria duro, pero la carretera no se queda corta, con continuos toboganes. En Viana retomamos el camino. En la entrada a Logroño éste se convierte en una especie de carril bici que nos lleva al parque de la Grajera. Seguimos por el camino, una pista en bastante buen estado, hasta Nájera, lo que pretendia ser nuestro final de etapa. pero cuando llegamos al alberque nos dicen que las bicis hay que dejarlas en la calle, y que al lado hay una zona de marcha y que corren bastante peligro. Osea, nos recomiendan que no nos quedemos. para compensar, nos dan un vale para las piscinas municipales, que estan enfrente. Comemos, nos damos el bañito reparador y, con las fuerzas medio recuperadas decidimos no arriesgar las bicis y continuar hasta Santo Domingo de la Calzada. A eso son las 5 y pico de la tarde y el sol aprieta de lo lindo. La salida de Nájera consiste en una rampa de s.p.m. que nos hace olvidar las piscinas y pensar en lo que nos queda todavía. Luego el camino se suaviza y rodamos con alegria (dentro de lo que cabe), hasta que poco antes de llegar a Cirueña aparece otra rampa que nos deja maltrechos. menos mal que desde ahi hasta Santo Domingo todo es bajada por carretera. LLegamos al alberque y está lleno... Menos mal que hay otro alberque un poco mas adelante. porque son las 7 y pico y yo ya no puedo mas. El albergue es una guarreria, pero me da igual. para descansar vale. Ducha, cerveza con limon, cena y al catre.


Etapa 3: Santo domingo de la Calzada - Frómista, 146Km

Como el albergue consiste en una nave con mas de 150 colchonetas en el suelo, a las 5:15 ya estamos despiertos. El dia anterior habiamos sudado litros y litros. La condenscion ha hecho que esta mañana esté LLOVIENDO. Asi que recojemos la ropa que tendimos al raso mas mojada que cuando la lavamos, nos enfundamos el chubasquero y ala p'alante. Intentamos desayunar pero no encontramos nada abierto a esas horas, asi que tiramos con un par de barritas del carrefour. no llueve gran cosa, lo justo para mojarnos, y como se ve que no habia llovido en meses, en el camino no se forma ni barro. Vamos medio desnutridos y cada pedalada nos cuesta un triunfo, así que en cuanto vemos un bar de carretera, nos comemos todas las madalenas que le quedan y seguimos un poco mas animados.
Llegamos a Villafranca y empezamos a subir la pedraja. El camino se empina y se estrecha, tanto que yo me bajo de la bici. Mi compañero se hace el fuerte y sigue montado hasta que se clava, no saca las calas y cae como un arbol cortado je je je. Seguimos unos metros mas a patita hasta que el camino se suaviza. El paisaje es espectacular entre la niebla. Tras fuertes subidas y bajadas, el camino se convierte en una pista en muy buen estado que pica hacia abajo y que nos lleva a toda velocidad hasta San Juan de ortega, Agés y Atapuerca. No sacamos la foto con el hombre (el de Atapuerca) y sufrimos hasta llegar a la cruz por una fuerte subida llena de pedruscos (pie a tierra en algunos momentos). Tras la cruz, una bajada peligrosisima con lluvia hasta Cardeñuela (con los botes se me suelta el pulpo con el que he asegurado las alforjas; me avisa mi compañero antes de que se me enrede con la rueda y me pegue la gran piña) y de ahí sin problemas hasta Burgos.

Cruzamos Burgos en paralelo al rio y visitamos el albergue del parral para conseguir otro sellito. El hospitalero está allí porque en algún sitio tiene que estar el hombre, pero haria mejor servicio si se quedara en casa viendo la telenovela. Comemos unos bocatas y seguimos adelante (nuestra estrategia es pedalear por la mañana, comer suave, hacer 20 o 30 Km mas por la tarde y cenar en condiciones). Pretendemos llegar al albergue de Hornillos que nos han dicho que está bien. El camino está en buen estado, es llano y tenemos viento a favor, por lo que llegamos en una hora, pero el pueblo tiene menos ambiente que el cumpleaños de Anibal lecter. Como es pronto y tenemos ánimo y viento en popa, decidimos seguir. Tras pasar Castrojeriz nos encontramos con la cuesta de Mostelares: LA LECHE. parece la majada del cojo pero sin curvas. Son 1.600m durisimos. Ni yo se como consigo subir sin poner pie a tierra (eso si, con el 1:1, como decia un biciperegrino de Alcalá que nos hemos encontrado por el camino; Saludos si lees esto). Tras la subida, una bajada equivalente... y a seguir llaneando viento a favor. Estamos pletóricos y llegamos a Frómista cansados pero contentos llaneando junto al canal de castilla.
Alli en el albergue, bastante bueno, nos atiende la hospitalera y un señor que todavia no se si era u peregrino asiduo o parte del personal, que durmió con nosotros en la habitación y a la mañana siguiente nos sirvió el desayuno. Por cierto, en este albergue pasó la noche un individuo que por la mañana casi sale a leches con el hospitalero y que, segun nos dijo éste, es uno de los muchos que se dedican a "meter mano" en las mochilas de los verdaderos peregrinos (a parte de tirarse unos pedos que despertaban al mas pintado)


















Etapa 4: Frómista - Villadangos del Páramo, 140Km

Si la anterior etapa fué la mejor, esta puede considerarse la mas tostón de todo el camino. Interminables rectas, llanaer y llanear por la pista o por la carretera desierta paralela a ella (en funcion de como llevaramos el dolor de culo). Hicimos tantos kilometros principalmente por aburrimiento y luego por intentar pasar de León. la travesia de león es, de lejos, la parte mas desagradable del camino. Se va por una autovía de arcenes ridiculos, con continuas incorporaciones y salidas, y con muchisimo tráfico circulando a toda h*st*a.
En esta etapa comenzaron los problemas, en un primer momento mecánicos: En una recta (afortunadamente) noto como la riede trasera hace como si se desplazara hacia los lados y estoy a punto de caerme: Se me han aflojado casi todos los radios, supongo que por tantos kilometros de botes con las alforjas. Menos mal que tengo mi multierramienta y dedicamos un buen rato a apretar los radios y centrar (mas o menos) la rueda. Al de unos kilometros noto que la rueda se ha vuelto a descentrar y me roza en el freno. Otro rato de manualidades hasta dejarla mas o menos bien.
El albergue de Villadangos está bien por fuera pero un poco cutre por dentro. Llego muy cansado. En la travesía de León hemos apretado demasiado para pasar el mal trago cuanto antes y eso se nota en las piernas.
pero no perdonamos la opcional, claro.


Etapa 5: Villadangos del Páramo - Ponferrada, 87Km

Viendo que estabamos sin desayunar (nos pasó lo mismo que en Santo Domingo de La Calzada) y que nos esperaba nada menos que la Cruz de ferro, fuimos hasta Astorga por carretera. Nos desayunamos una caja de mantecadas y un par de litros de zumo y enfilamos hacia las alturas. En las primeras rampas hacia Rabanal del camino comienzo a notar una molestia por encima de las rodillas, pero no le doy mas importancia; estoy andando como nunca y me encuentro con toda la fuerza del mundo. Supero las ultimas y durisimas rampas a la Cruz de ferro y la molestia se acentua un poquillo. Con la espectacular bajada por carretera que viene despues me olvido del tema. (Nos recomiendan bajar hasta Molinaseca por carretera; el camino no es ciclable con alforjas)

Llegamos a Ponferrada y nos encontramos con el mejor albergue del Camino. Nuevo y bien organizado. El hospitalero "ubica" a los peregrinos en habitaciones de cuatro plazas bastante decentes.
Los muslos me siguen doliendo. Supongo que empiezo a acusar los kilometros.
Hemos aprendido la lección de los desayunos y lo segundo que hacemos esa tarde es ir a comprar víveres (lo primero son las cervezas). Visitamos a un mecanico de bicis muy poco recomendable que le repone a mi compañero un radio roto pero que le deja la rueda mas descentrada que la Duquesa de alba cantando números en un bingo.
Por cierto, en la pizzeria que hay en la plaza se cena de miedo.


Etapa 6: Ponferrada - Sarria, 102Km

Nada mas salir me noto los muslos como agarrotados, y el dolor sobre mis rodillas persiste... Y me espera la subida a Piedrafita. La subida, por la Faba, se me hace durisima; voy sin fuerzas y cada vez me duele mas. En Cebreiro me encuentro con una peregrina biker (que subió como una moto, por cierto) que me dice que por los sintomas seguramente tengo tendinitis y que deberia ir al medico. Pues vaya.
En la subida al alto del Poio, que realmente no es para tanto, el dolor y el agarrotamiento ya se me hacen insoportables y tengo que subir la ultima rampa a pata. menos mal que luego viene una larguísima bajada hasta triacastela. Allí acudo al centro de salud y, efectivamente, tendinitis. Segun la doctora, debida a una mala postura. La solución, reposo (je je), hielo, una cremita y espidifen 600.

Debido a las circunstancias, paramos a comer en Triacastela (con la intencion de finalizar ahi la etapa si mis patas no mejoraban) en el que parece el unico bar del lugar y donde no saben lo que es el pacharán. pero bueno, comimos bastante bien y aproveché para envolverme las patas en hielo y tomarme un espidifen y medio. El descanso me sentó bien y tras 3 horas de reposo pude continuar hasta Sarria (por carretera, no me atreví con las corredoiras). A descansar.

















Etapa 7: Sarria - Arzúa, 85Km

Al levantarme, me noto las patas bastante bien; me habia puesto hielo también la noche anterior, y me estaba inflando a espidifenes, así que decidimos ir por las corredoiras, que es mas entretenido que la carretera. Lógicamente, las piernas se me resintieron (son unos tramos durísimos), y desde Portomarín decidimos tomar la carretera para subir a Gónzar. El dolor ya no se me quitaba con nada y me notaba las piernas sin fuerza. Parando a media mañana a ponerme hielo, conseguí llegar a Melide, y despues de comerme un churrasco en el Molino (otros pereguinos con los que coincidimos comieron pulpo donde un tal "Ezequiel el guarro" y dijeron que estaba fantástico) pude llegar mas o menos hasta Arzúa, donde el albergue estaba lleno (menos al que mi compañero de fatigas tiene un piso allí, je je)


Etapa 8: Arzúa - Santiago, 42Km


Fin de fiesta. Con kilos de hielo y espidifen tenia las patas razonablemente bien, pero fui despaciiiito hasta Santiago no fuera a ser que se me rompieran del todo.
En el monte del Gozo mi compi se para para sellar, se saca la cala del pie que no es, se cae de medio lado y PARTE EL SILLIN. Pues nada, como va sobrado, baja hasta Santiago sin sillin.

La entrada en Santiago es algo increible. Toda una semana luchando para conseguirlo y ahí está. La sensación es indescriptible. Pisar la plaza del Obradoiro con la bici es uno de los momentos mas emocionantes que he vivido.

Y despues de visitar al Santo y conseguir la compostelana, a por la merecida opcional final junto con otros tres bikers de Llodio que conocimos por el camino y con los que coincidimos a la llegada.

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